LA ERA TEOTIHUACANA.
Pese a que durante más de 100 años arqueólogos de diversas nacionalidaddes han estudiado Teotihuacan, aún hoy desconocemos cuál era su verdadero nombre y su lengua, la problemática radica en el hecho de que la escritura de esta cultura es muy escasa y no ha podido ser desencriptada, los Mexicas durante su peregrinación pasaron por esta ciudad, cientos de años después de haber sido abandonada y saqueada y la majestuosidad de sus templos y palacios les causó tal impacto que decidieron llamarla TEOTIHUACAN cuyo significado en náhuatl es "La Ciudad en la que los hombres se convierten en Dioses".
Considerada una de las culturas más importantes y poderosas del altiplano Mexicano, Teotihuacan aún se resiste a develarnos su historia más antígua, los restos de datos escritos se limitan a unos cuantos símbolos y glifos hallados en murales y no nos permiten descifrar su más remoto orígen, hay sin embargo, la opinión generalizada de que en su tiempo de esplendor, esta ciudad albergó alrededor de 40,000 habitantes, igualando o inclusive superando a su contemporánea Roma. Su principal característica es que estaba integrada por gente de diversas etnias, predominando la Otomí de quienes algunos aseguran fueron sus verdaderos formadores (Wright, 1995). El hecho irrefutable de que el idioma otomí es mucho más antiguo que el nahua, nos hace pensar seriamente que en efecto, Teotihuacan no tiene un orígen nahua, sino Otomí, situación que verdaderamente incomoda a los arqueologos y etnólogos, quizás influenciados por la visión despectiva empleada desde el arribo de las nahuas a la Cuenca de México y continuada hasta nuestros dias. No obstante, ante los hechos, principalmente a los rasgos del desarrollo y expansión del lenguaje y al tipo característico de la cerámica y los murales Teotihuacanos, quienes aseguran que su origen es Otomiano, parecen encontrar razones suficientes para demostrarlo.
Considerada una de las culturas más importantes y poderosas del altiplano Mexicano, Teotihuacan aún se resiste a develarnos su historia más antígua, los restos de datos escritos se limitan a unos cuantos símbolos y glifos hallados en murales y no nos permiten descifrar su más remoto orígen, hay sin embargo, la opinión generalizada de que en su tiempo de esplendor, esta ciudad albergó alrededor de 40,000 habitantes, igualando o inclusive superando a su contemporánea Roma. Su principal característica es que estaba integrada por gente de diversas etnias, predominando la Otomí de quienes algunos aseguran fueron sus verdaderos formadores (Wright, 1995). El hecho irrefutable de que el idioma otomí es mucho más antiguo que el nahua, nos hace pensar seriamente que en efecto, Teotihuacan no tiene un orígen nahua, sino Otomí, situación que verdaderamente incomoda a los arqueologos y etnólogos, quizás influenciados por la visión despectiva empleada desde el arribo de las nahuas a la Cuenca de México y continuada hasta nuestros dias. No obstante, ante los hechos, principalmente a los rasgos del desarrollo y expansión del lenguaje y al tipo característico de la cerámica y los murales Teotihuacanos, quienes aseguran que su origen es Otomiano, parecen encontrar razones suficientes para demostrarlo.
Vista de la Calzada de los Muertos y la Pirámide de la Luna.
Como resultado del análisis de las figurillas de barro cocido halladas en Teoloyucan, es posible deducir la gran influencia que recibimos por parte de los Teotihuacanos, los rasgos netamente identificados como inherentes a esta cultura, son fácilmente apreciados en una gran cantidad de piezas, por lo que me atrevo a asegurar que durante el período clásico, es decir, alrededor de 100 a.C. - 900 d.C., Teoloyucan, ya sea por una conquista militar (de la que no se tiene registro conocido hasta la fecha) o bien por un tipo de "conquista cultural", fué altamente influenciado por esta, considerada una de las más grandes culturas Mesoamericanas, que tan fuertemente impactó a los Mexicas, (pese a encontrarla deshabitada y casi en ruinas) cuando estuvieron de paso por ese sitio durante su peregrinación hasta lo que más tarde sería la gran México-Tenochtitlan.
Pirámide de la Luna en teotihuacan.
Si esta teoría resulta acertada, entónces, estariamos simplemente ante un caso lógico de desarrollo cultural de primeras aldeas a la fundación y establecimiento de ciudades de grandes dimensiones, generadas por un grupo cultural predominante (Otomí en este caso) con influencia minoritaria de otros grupos que se incrustaron en la gran urbe, atraidos de regiones tan distantes como Oaxaca y Veracruz, debemos resaltar sin embargo, que la mayoría de sus habitantes pertenecían al grupo otomiano, y al igual que muchar otras ciudades importantes, poblada por gente hablante de diversas lenguas, una mezcla multiétnica y multilingüista que enriqueció o deformó las lenguas y las costumbres originales.
La ciudad en donde los hombres se convierten en Diose es aún un enigma, no obstante los más de 100 años que lleva su estudio, las discusiones en torno a su orígen son acaloradas, los hechos sin embargo, apuntan al grupo Otomí, y ello explicaría en principio su amplia influencia tanto en el altiplano como en regiones más remotas, al compararla con Roma, ciudad contemporánea, Teotihuacan supera a Roma en cantidad de habitantes y extensión, la gran diferencia quizás es el hecho de que en la antigua Roma hay evidencias más palpables de su auge y desarrollo, mientras que Teotihuacan solo nos ha dejado ver sus monumentales construcciones, templos dedicados al sol y la luna, sus bellos y coloridos murales y apenas unos visos de sus conquistas militares.
Lo que no se puede dudar, es que el área de dominio de Teotihuacan se extendió por gran parte de la cuenca de México y que incluyó la zona que ocupa Teoloyucan, de su presencia en el área, quedan testimonios en forma de cerámica de barro, con rasgos netamente teotihuacanos, la zona que yo he identificado con mayor influencia basado en la abundancia de materiales cerámicos, son los Barrios de Tlatilco, La Era y Cuaxoxoca.
La ciudad en donde los hombres se convierten en Diose es aún un enigma, no obstante los más de 100 años que lleva su estudio, las discusiones en torno a su orígen son acaloradas, los hechos sin embargo, apuntan al grupo Otomí, y ello explicaría en principio su amplia influencia tanto en el altiplano como en regiones más remotas, al compararla con Roma, ciudad contemporánea, Teotihuacan supera a Roma en cantidad de habitantes y extensión, la gran diferencia quizás es el hecho de que en la antigua Roma hay evidencias más palpables de su auge y desarrollo, mientras que Teotihuacan solo nos ha dejado ver sus monumentales construcciones, templos dedicados al sol y la luna, sus bellos y coloridos murales y apenas unos visos de sus conquistas militares.
Lo que no se puede dudar, es que el área de dominio de Teotihuacan se extendió por gran parte de la cuenca de México y que incluyó la zona que ocupa Teoloyucan, de su presencia en el área, quedan testimonios en forma de cerámica de barro, con rasgos netamente teotihuacanos, la zona que yo he identificado con mayor influencia basado en la abundancia de materiales cerámicos, son los Barrios de Tlatilco, La Era y Cuaxoxoca.
Expansión del Sistema Político Teotihuacano, 150 - 350 d. C. Tomado de Sanders et. al. (1979). La flecha indica el lugar dónde se encuentra Teoloyucan, como un Calpulli (caserío o barrio).
Extensión del Territorio Teotihuacano.