EL GLIFO TOPONÍMICO.
Toponimia e identidad están intimamente ligadas, en el caso de Teoloyucan, sin embargo, a través de los años han habido diferentes interpretaciones acerca del significado del nombre de nuestro pueblo. Esas diferencias han propiciado confusión respecto a cual es el verdadero significado. En la antigüedad, los nombres que se asignaban a algún sitio, estaban relacionados directamente con algunas características distintivas y propias de ese lugar, es decir, una cualidad que lo podía diferenciar de lugares vecinos.
Para comprender mejor el tema que estamos tratando, vayamos al origen de las palabras: glifo proviene del griego, glýfō, γλύφω, cuyo significado es: esculpir o tallar. Por
extensión, entendemos por glifo cualquier signo grabado o pintado.
Los glifos pueden ser ideogramas o pictogramas, es decir, representaciones visuales de sonidos, letras, palabras e inclusive, en sus casos más complejos, oraciones completas.
Aquí, es necesario resaltar que la escritura de las culturas prehispánicas no se elaboraba a base de letras, es decir, no existía un alfabeto que les permitiera escribir palabras, en cambio, inventaron un complejo sistema pictográfico, mediante el cual expresaban sus ideas, utilizando única y exclusivamente imágenes.
En cuanto al término toponimia, su origen proviene igualmente del idioma griego: τόπος (tópos), "lugar" y ὄνομα (ónoma), "nombre". Es decir, el nombre de un lugar, la toponimia es una disciplina de la onomástica que consiste en el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar.
Los glifos toponímicos son pues, aquellos signos que se refieren a una ciudad o un lugar geográfico. Para señalar un sitio, los antiguos mexicanos se valían en algunas ocasiones, aunque no de manera generalizada, de las descripciones de sus respectivas costumbres, así como de la flora o fauna de la localidad para otorgarle un nombre propio.
La interpretación de los glifos toponímicos es sumamente compleja, y se necesita ser un verdadero experto para saber cuándo es usado de una u otra manera, no es mi intención pretender que tengo los conocimientos y la experiencia para descifrar el significado de nuestro glifo, si en cambio, propongo un análisis detallado de las versiones de quienes sí lo son y a partir de sus propias opiniones, estar en posibilidad de llegar una conclusión propia, pero más importante aún, es poder conocer con mayor profundidad la estructura de este símbolo de nuestra identidad que pese a estar presente en una gran variedad de formas en nuestra vida cotidiana, nos resulta tan familiar como desconocido, y para ello, bastaría con que nos pidieran que lo describiéramos, puedo asegurar que aún teniendo el glifo frente a nosotros, no seriamos capaces de describir los elementos que integran a nuestro mayor símbolo de identidad; confío en que después de leer éste capítulo, todos estemos en condiciones de hacerlo con certidumbre y seguridad.
Los glifos pueden ser ideogramas o pictogramas, es decir, representaciones visuales de sonidos, letras, palabras e inclusive, en sus casos más complejos, oraciones completas.
Aquí, es necesario resaltar que la escritura de las culturas prehispánicas no se elaboraba a base de letras, es decir, no existía un alfabeto que les permitiera escribir palabras, en cambio, inventaron un complejo sistema pictográfico, mediante el cual expresaban sus ideas, utilizando única y exclusivamente imágenes.
En cuanto al término toponimia, su origen proviene igualmente del idioma griego: τόπος (tópos), "lugar" y ὄνομα (ónoma), "nombre". Es decir, el nombre de un lugar, la toponimia es una disciplina de la onomástica que consiste en el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar.
Los glifos toponímicos son pues, aquellos signos que se refieren a una ciudad o un lugar geográfico. Para señalar un sitio, los antiguos mexicanos se valían en algunas ocasiones, aunque no de manera generalizada, de las descripciones de sus respectivas costumbres, así como de la flora o fauna de la localidad para otorgarle un nombre propio.
La interpretación de los glifos toponímicos es sumamente compleja, y se necesita ser un verdadero experto para saber cuándo es usado de una u otra manera, no es mi intención pretender que tengo los conocimientos y la experiencia para descifrar el significado de nuestro glifo, si en cambio, propongo un análisis detallado de las versiones de quienes sí lo son y a partir de sus propias opiniones, estar en posibilidad de llegar una conclusión propia, pero más importante aún, es poder conocer con mayor profundidad la estructura de este símbolo de nuestra identidad que pese a estar presente en una gran variedad de formas en nuestra vida cotidiana, nos resulta tan familiar como desconocido, y para ello, bastaría con que nos pidieran que lo describiéramos, puedo asegurar que aún teniendo el glifo frente a nosotros, no seriamos capaces de describir los elementos que integran a nuestro mayor símbolo de identidad; confío en que después de leer éste capítulo, todos estemos en condiciones de hacerlo con certidumbre y seguridad.
EL ERROR: ¿LUGAR LLENO DE CRISTAL DE ROCA?
La Enciclopedia de los
Municipios de México, describe el glifo y su significado de la siguiente
manera: El glifo es el signo del cristal de roca Tehuilotl, con una borla o
colgajo. En la parte superior está representado el signo de piedra o roca. Al
paso de los años se le agregó el glifo de cerro y la partícula co, que
significa en.
Con respecto a su significado, se puede leer: La palabra Teoloyucan es una alteración de Tehuilloyocan que se deriva del náhuatl de las voces Tehuilotl, cristal o cristal de roca; yotl, plenitud o lleno y can, lugar. Teoloyucan significa: “Lugar lleno de vidrio o cristal de roca”.
Los créditos de esta información, según la propia enciclopedia, pertenecen al Profr. Alejandro Felipe Hernández Lazcano, Cronista Municipal y a la Profra. Sara Rafael Ávalos. Resulta evidente que ambos se basaron en la definición del Lic. Cecilio A. Robelo, aunque no lo citan en su texto.
Durante muchos años, hemos creído que ésto es verdadero, sin embargo, una incorrecta interpretación de una de las partículas que componen el nombre de nuestro pueblo ocasionó un error que cambió el sentido original del significado de su nombre.
Con respecto a su significado, se puede leer: La palabra Teoloyucan es una alteración de Tehuilloyocan que se deriva del náhuatl de las voces Tehuilotl, cristal o cristal de roca; yotl, plenitud o lleno y can, lugar. Teoloyucan significa: “Lugar lleno de vidrio o cristal de roca”.
Los créditos de esta información, según la propia enciclopedia, pertenecen al Profr. Alejandro Felipe Hernández Lazcano, Cronista Municipal y a la Profra. Sara Rafael Ávalos. Resulta evidente que ambos se basaron en la definición del Lic. Cecilio A. Robelo, aunque no lo citan en su texto.
Durante muchos años, hemos creído que ésto es verdadero, sin embargo, una incorrecta interpretación de una de las partículas que componen el nombre de nuestro pueblo ocasionó un error que cambió el sentido original del significado de su nombre.
Personalmente, estoy en
desacuerdo con el glifo que nuestras autoridades han elegido
para representar a nuestro municipio, mismo que aparece en membretes de documentos
oficiales y nomenclaturas, me resulta aberrante que haya sido modificado por un “artista”por cuestiones de estilización
y modernidad, alterando su forma original, e impidiendo con ello, identificar
los elementos que lo componen. Lo mismo sucede con el significado, pues en Teoloyucan no hay cristal de roca (mejor conocido como cuarzo), por lo tanto, no es posible que éste sea un lugar "lleno" de cristal de roca y aunque algunos piensan que en realidad se refiere al destello de los rayos del sol en las aguas de la laguna, esto es falso.
Glifo oficial de Teoloyucan, estado de México.
En opinión del Dr.
Miguel León Portilla, “la identidad no es un elemento estático y está sujeta al
cambio y a la transformación, de esta manera, los nombres de un lugar también
son alterados por diversos motivos, que pueden ser desde deformaciones simples
de lenguaje hasta imposición de una lengua extranjera”. De tal manera, la
mayoría de los nombres de las poblaciones de Mesoamérica son de origen nahua,
ya que durante muchos siglos, este idioma llegó a ser lingua franca (idioma adoptado para el entendimiento común de
personas que no comparten una misma lengua natal) y los Mexicas impusieron a
los nombres preexistentes de los pueblos conquistados, nuevos nombres en su
propia lengua, perdiéndose en ocasiones los originales o primigenios.
Teoloyucan sufrió ambas transformaciones, ya que sus orígenes son netamente
otomíes y sin embargo, su actual nombre y significado proviene de la lengua
náhuatl, y en éste capítulo, trataremos precisamente de descifrar el
significado de estos símbolos herencia de nuestro pasado nahua.
Las culturas
Mesoamericanas, registraron la memoria de sus acontecimientos utilizando un
sistema pictográfico, testimonio de estos sistemas son los códices
prehispánicos elaborados sobre distintos materiales, como el papel amate,
pieles de venado o la fibra de maguey. Los códices no son leídos, más bien, son
descifrados, como un rompecabezas en el que los glifos proveen etiquetas y
pistas sobre lo que está pasando. En estos códices, se plasmaron sus ideas
religiosas, políticas, creencias y costumbres, así como cualquier
acontecimiento de importancia que requiriera ir a la memoria de un pueblo, este
lenguaje escrito, estaba reservado para las clases social y políticamente
privilegiadas, y no estaba al alcance de la gente común. Las ideas plasmadas en
los códices, se interpretaban por el experto y se exponían al resto de la
población, mostrando las imágenes y narrando su contenido, generalmente por un
sacerdote, así se transmitía el conocimiento al general de la población, quien
a su vez las transmitía, de manera oral, de generación en generación. Fue tal
la importancia de estos códices, que se custodiaban en sitios construidos
específicamente para cuidar de ellos, los llamados amoxcalli o casas de libros.
Precisamente, la primera referencia del glifo toponímico de Teoloyucan, aparece en un documento prehispánico, proviene de uno de estos códices nahuas: La Matricula de Tributos, en cuya lámina 8 aparece nuestro glifo, de la manera más sencilla y pura con que un artista de la tinta (tlacuilo) elaboraba sus documentos, es decir, se trata de una simple imagen, que al interpretarse adecuadamente, nos refiere el nombre nahua de nuestro pueblo; la segunda referencia, se encuentra en el denominado Códice Mendoza, el cual pertenece al grupo de códices llamados “coloniales”, aquí, el glifo aparece con una modificación, el símbolo tetl (piedra) está dibujado con 2 borlas laterales, en lugar de la única borla superior de la figura de la Matricula de Tributos y con su nombre escrito en lengua náhuatl, pero expresado en caracteres latinos: Tehuiloyocan.
Precisamente, la primera referencia del glifo toponímico de Teoloyucan, aparece en un documento prehispánico, proviene de uno de estos códices nahuas: La Matricula de Tributos, en cuya lámina 8 aparece nuestro glifo, de la manera más sencilla y pura con que un artista de la tinta (tlacuilo) elaboraba sus documentos, es decir, se trata de una simple imagen, que al interpretarse adecuadamente, nos refiere el nombre nahua de nuestro pueblo; la segunda referencia, se encuentra en el denominado Códice Mendoza, el cual pertenece al grupo de códices llamados “coloniales”, aquí, el glifo aparece con una modificación, el símbolo tetl (piedra) está dibujado con 2 borlas laterales, en lugar de la única borla superior de la figura de la Matricula de Tributos y con su nombre escrito en lengua náhuatl, pero expresado en caracteres latinos: Tehuiloyocan.
Glifo de Tehuilloyocan, Matricula de Glifo de Tehuiloyocan, Códice Mendoza
Tributos, Lámina 8. Folio 26 Recto.
Tributos, Lámina 8. Folio 26 Recto.
ANÁLISIS DEL GLIFO:
Conozcamos los elementos que componen nuestro glifo toponímico para comprender de mejor manera su significado.
Lo primero que nos debe
de quedar claro, que nuestro glifo toponímico se compone de dos elementos, la
piedra (tetl) y la orejera de cristal
de roca (tehuilo-nacochtli) con
adornos de papel.
Primer elemento: TÉTL (piedra) Segundo elemento: TEHUILOTL (piedra a través de la cual se puede ver).
EL VERDADERO SIGNIFICADO
En opinión del Dr. David Charles Wright Carr, después de hacer el respectivo análisis paleográfico de la palabra Tehuilloyocan, el significado del nombre de nuestro pueblo es el siguiente:
Tehui:lo:yohca:n, “lugar donde se tiene la cualidad del cristal” (“lugar cristalino/transparente”) o “lugar cubierto de cristal de roca”
- Tehui:lo(tl) (sustantivo: “cristal/vidrio”)
- yoh (sufijo sustantivo concreto: “algo que tiene la cualidad de (sustantivo)”/“algo cubierto de (sustantivo)”
- ca:n (sufijo locativo: “donde/en/en el tiempo de/lugar de/por”)
El sufijo -yo(tl) no significa “plenitud” ni “lleno”; puede significar la posesión inalienable, la cualidad o esencia, o puede usarse para formar un sustantivo abstracto a partir de un verbo, pero en este último caso va precedido por la ligadura -ca:-. El sufijo -yoh puede significar “algo que tiene la cualidad de (sustantivo)” o “algo cubierto de (sustantivo)”; este último significado a veces es mal traducido como “lleno de”. Hace medio siglo los autores confundían estos dos sufijos, porque ambos se escribían “yo” en los textos novohispanos.
Tehui:lo:yohca:n, “lugar donde se tiene la cualidad del cristal” (“lugar cristalino/transparente”) o “lugar cubierto de cristal de roca”
- Tehui:lo(tl) (sustantivo: “cristal/vidrio”)
- yoh (sufijo sustantivo concreto: “algo que tiene la cualidad de (sustantivo)”/“algo cubierto de (sustantivo)”
- ca:n (sufijo locativo: “donde/en/en el tiempo de/lugar de/por”)
El sufijo -yo(tl) no significa “plenitud” ni “lleno”; puede significar la posesión inalienable, la cualidad o esencia, o puede usarse para formar un sustantivo abstracto a partir de un verbo, pero en este último caso va precedido por la ligadura -ca:-. El sufijo -yoh puede significar “algo que tiene la cualidad de (sustantivo)” o “algo cubierto de (sustantivo)”; este último significado a veces es mal traducido como “lleno de”. Hace medio siglo los autores confundían estos dos sufijos, porque ambos se escribían “yo” en los textos novohispanos.